Cualquiera que planee instalar un sistema fotovoltaico en el tejado de su casa no podrá evitar el problema del invierno en algún momento. ¿Qué ocurre si nieva y la instalación no puede generar electricidad o genera muy poca? Si la instalación está en un tejado con una inclinación de 30 grados o, idealmente, de 40 grados, la nieve suele deslizarse por sí sola de los módulos resbaladizos. Si no es así, habrá que esperar a temperaturas más suaves o retirar la nieve de la instalación solar a mano. Esto último no sólo lleva tiempo y es mucho trabajo, dependiendo del tamaño del sistema, sino que también implica un grave riesgo de accidentes.
Los colectores PVT no tienen este problema en las normas. La foto muestra una instalación de prueba PRISMA® PVT 3.0 en el Alto Palatinado. Como se puede ver, la nieve no se ha deslizado fuera de los módulos, sino que se ha descongelado sobre ellos. ¿Cómo es posible que, si hay nieve sobre los módulos, éstos no puedan producir electricidad y, por tanto, calor? Así es, pero los módulos PVT tienen una ventaja decisiva sobre los módulos fotovoltaicos simples; debajo de los módulos fotovoltaicos hay tubos de cobre que están conectados a un circuito de salmuera. Cuando este circuito se pone en marcha, el fluido solar resistente a las heladas es calentado por el intercambiador de calor del acumulador intermedio. Como resultado, la nieve de los colectores PRISMA® PVT se descongela. En este ejemplo, el circuito de salmuera se puso en marcha manualmente. Los módulos quedaron libres de nieve al cabo de unos 30 minutos y volvieron a producir electricidad.
